Luis Cavagnaro Orellana, autor de materiales para la historia de Tacna
“Decir que nuestro país es pluricultural y multilingüe no constituye, ahora, ni novedad ni audacia. En tal sentido somos uno pero hay algo entre nosotros distinto. Somos una diversidad dentro de la unidad.
Esa es la riqueza esencial de nuestro ser colectivo. Nuestras más hondas raíces nos expresan diferentes, y en el entrecruzamiento de tiempos y espacios, de necesidades y ambiciones, de curiosidades y extravíos, nuestra historia se ha ido tejiendo lentamente, con sesgos de violencia o de sosiego, hasta ser lo que somos. Más tarde otros medirán y calificarán el presente que hoy vivimos.”
El presente, referido al siglo XVI, reúne un nutrido material informativo que ilustra una de las etapas más desconocidas de la historia local.
Una de las dificultades de la documentación del siglo XVII está dada por la discontinuidad de sus series, imposibilitando el análisis cuantitativo, la interpretación de los procesos, el descubrimiento de variables significativas y la obtención de conclusiones valiosas. Otra limitante está referida al tipo de documentación que se conserva. Este determina y condiciona las áreas posibles de investigar.
El presente tomo se inicia con los efectos que produjo en Tacna y su ámbito geocultural el cambio de dinastía en la corona española, las repercusiones de la confrontación entre británicos y galos. La dinastía francesa, más latina, se acomodaba mucho más a la idiosincrasia hispanoamericana que durante el reinado de los Habsburgo. Con los Borbón se incroporaron en la administración colonial procedimientos más modernos y expeditivos. Se podría afirmar que Tacna debe al siglo XVIII su despegue como pueblo de españoles, criollos y mestizos, quintuplicando su población urbana, entre 1719 y 1780.
El presente volumen registra una de las etapas más apasionantes de la historia de Tacna, precisamente cuando estamos a poco menos de cinco años de recordar solemnemente el bicentenario del primer estallido emancipador del Perú ocurrido en esta Ciudad y fundamento de su compromiso de construir el futuro para no defraudar el pasado. Aunque Zela y el movimiento de 1811 son la parte medular de la obra, su desarrollo comienza con la rebelión del codpeño Buitrón y del estiqueño Ali en 1783 y concluye con la decidida colaboración de Tacna a la expedición de Miller.
Este tomo, incluye información de los hechos ocurridos en la época de la emancipación, específicamente entre los años 1821 a 1825, tal es el caso de las campañas del sur entre la jura de la independencia de Lima y la juramentación de la independencia de Tacna, después de conocerse la victoria de Ayacucho, en este libro también se pueden encontrar datos políticos y militares.
La presente colección pretende ofrecer a los investigadores de la historia de la región Extremo Sur del Perú, la casi totalidad de fuentes, pero sin quedarse en una fría y ordenada bibliografía. Por ello el autor se ve en la imperiosa necesidad de incluir en los tomos posteriores informaciones que no fueron consignadas en los volúmenes anteriores correspondientes. Algunos de los datos importantes que no se consignaron fueron entre otros, que el último Subdelegado de Tacna y sucesor del coronel Pablo Sierra fue don Rufino del vAlle que ocupó tal cargo hasta la llegada del primer Sub Prefecto Republicano don Mathias Agios.
La etapa republicana es una época dramática de nuestra historia local que sirve de cimiento a la heroicidad, el volumen incluye numerosos y significativos sucesos de trascendencia nacional, como la reunión del 1° de Mayo que dio forma a la Confederación Peruano-Boliviana, la patriótica reacción de Tacna frente a la segunda invasión chilena, la Restauración, los intentos de Arequipa para recuperar Tacna, Incorporación de Moquegua al departamento Litoral y cambio de denominación entre otros.
Es Albarracín el tacneño auténtico que une armónicamente todos los componentes étnicos de nuestro pueblo; constituye un ejemplo de honestidad en el triunfo y la derrota; de amor a la tierra de la que sólo aceptó salir cuando la causa de la justicia o de la Patria se lo pedía. Desde su mocedad miró sin temor a la muerte y muchísimas veces la desafió en defensa de las causas justas. Es paradigma de patriotismo y de valor inconmensurables. Brilla y resplandecerá, como una señal fulgurante, en la penumbra de la desorientación, la anomia y las crecientes desilusiones.
Recopilación de Textos referidos a la Insurrección de Tacna de 1811 y la vida de Francisco Antonio de Zela y Arizaga, describe el temple del hombre y el ideal por la libertad.
La estampa de Zela nos remite, inevitablemente, a la figura del héroe tráfico Apasionado y vehemente, como Byron, el célebre poeta inglés, su energía y vitalidad sólo eran superadas por una sensibilidad y compromiso social con el mismo pueblo que lo escogió como líder y que no lo abandonó en los dramáticos momentos de flaqueza, minado el físico por la enfermedad y el cansancio, pueblo que dijera a viva voz: “¡Viva Zela!... ¡No queremos más caudillo que Zela!...”
El libro, si bien no es un texto voluminoso es, sin embargo, un aporte valioso, valiosísimo, pues se trata de testimonios escritos, en prosa y en verso, de personas que estuvieron muy vinculadas al Maestro, al Historiador de la República, al más grande tacneño del siglo XX, el doctor Jorge Basadre Grohmann.
Paillardelle y su gesta libertaria. Recopilación de textos referidos a la rebelión de Enrique Paillardelle y Manuel Calderon de la Barca.
Al igual que la gesta de Francisco Antonio de Zela y Arizaga, Tacna volvió a ser protagonista de su espíritu libertario con la insurrección de los hermanos Paillardelle originarios de Marsella – Francia, y del tacneño Manuel Calderón de la Barca. Este hecho históico ha pasado casi inadvertdo en los libros de la historia nacional, y año tras año la gesta no es recordada en su verdadera dimesnión dentro de las luchas libertarias contra el yugo español.
El “Club de la Unión”, más antiguo que las otras instituciones mencionadas, se mantiene hasta la actualidad y, contra una errada confusión que la considera frívola intrascendente, se puede afirmar que sus finalidades y realizaciones van más allá de las actividades sociales y distractivas que caracterizan a las instituciones de su tipo en el Perú y el mundo. Esto por la conformación social de Tacna, por lo menos hasta el primer tercio del siglo XX y por las circunstancias históricas que vivió Tacna.
El autor busca demostrar que es posible superar la confrontación entre la unidad nacional y regionalismo. Con información histórica, geográfica y geopolítica llega a la conclusión que Tacna puede demostrar cómo se complementan. Presenta una aproximación al concepto de tacneñidad, contrastándolo con el de tacneñismo.
El presente trabajo, que es el resultado de más de cuarenta años de búsqueda de información en casi todos los archivos del país, de Chile y de España; puede ser de alguna utilidad para arquitectos y urbanistas interesados en la fundamentación histórica. También puede servir al turismo informando documentadamente sobre los principales monumentos de Tacna. Finalmente será útil para la formación de la conciencia histórica de la juventud tacneña.
¿Por qué los primitivos tácanas escogieron el lugar donde hoy se ubica la Heroica Ciudad, para establecerse, a pesar de su insuficiente dotación de agua? ¿Por qué prosperó, como comunidad aborigen, más que otros valles mejor irrigados, como el de Locumba? ¿Por qué los conquistadores no la escogieron para establecer allí una ciudad al tipo europeo? ¿Debido a qué se estableció allí una Reducción de Indígenas? ¿Por qué “San Pedro” de Tácana? ¿Por qué Tacna comenzó a crecer en el siglo XVII? ¿Debido a qué Arica, prospera en los siglos XVI y XVII?, comenzó su decadencia y despoblamiento en el siglo XVIII, y por qué Tacna inició en 1719 su imparable progreso? Como éstas, habrá muchas otras preguntas que vinculen la historia de Tacna con su arquitectura y su urbanismo.
“El cine, como todas las invenciones, es el resultado de la suma de muchos y diversos aportes. Algunos de remota antigüedad. Para esbozar una historia del cine es preciso, pues, recorrer una extensa “cuenca” de creaciones humanas que van: desde las realizadas con el propósito de reproducir la vida como en la mueca, el mimo o la danza, hasta las recreadas simbólicamente para favorecer la fantasía en procura de lo irrealizable, la belleza, en el mejor de los sentidos; o los más caros ensueños; o, en el plano concreto, desde aclarar su intencionalidad, su propósito manifiesto o su mensaje, hasta la capacidad para destacar o seleccionar lo más significativo. En este abanico de actos previos participan tanto los aspectos estéticos, como los científico – tecnológicos.”